Es la incapacidad persistente para conseguir y mantener una erección suficiente para llevar a cabo una relación sexual satisfactoria. La cual causa un impacto en la calidad de vida del paciente y de su pareja.
Sus causas se asocian a obesidad, hipertensión, dislipidemia, diabetes, déficit hormonal entre otras. Su manejo suele ser farmacológico, sin embargo existen tratamiento innovadores para su corrección.